Cuba, la Habana

 Hoy me siento nostálgica y quiero volver a la Habana. El frío empieza, los colores comienzan a apagarse y cada vez hay menos luz, pronto llegará el invierno y la necesidad de color y  alegría se hace cada vez más patente. Rebusco en mi archivo las imágenes de mi querida Cuba y empiezo a soñar con la alegría del Caribe y siento que  necesito volver a ver mis a amigos cubanos, que necesito regresar  a aquella  escuela tan entrañable de la Habana Vieja para celebrar de nuevo el cumpleaños de Joaquin Manuel,y hacer una sesión de fotos a las hijas de Nadayki, pero no puedo, el Caribe en este momento está mas lejos que nunca pero no las vivencias y los recuerdos  y con la ayuda de las imágenes vuelvo a bailar en la plaza de Armas con Joan Carlos y Yordanka bebiendo el mejor ron del mundo, y de nuevo me veo en las playas del Este con las olas agarrandome con fuerza y metiendome en el interior del mar sin dejarme casi salir, vuelvo a pasear por las plantaciones de tabaco a admirar la  exuberante naturaleza del interior de la isla, ahora toca mezclarme con la multitud desordenada y caótica de la calle Obispo. Antes de que acabe el día regreso caminando por el Malecon y vuelvo a hacer una ofrenda a Yemaya mientras contemplo la maravillosa puesta de sol antes de irme a dormir, sin olvidarme de llevar girasoles a la Virgen del cobre como buena hija de Oshun y regresar al Santuario de la Virgen de Regla para encontrarme otro santero que me diga que mi destino esta en la isla y que alli seré para siempre feliz.